Fuera de mis planes

Ya no te busco. Se rompió el interrogante y como respuesta apareció el punto final; los espacios en blanco y las letras que tu silencio me obligó a descifrar; las oraciones que no lanzaste; las frases que no hicieron ruido.

Me haz enseñado a mentir. ¿Ya no te busco? Si lo afirmara, sería una mentira. Te escapas de mis pobres manos que nunca pudieron tenerte. Tu ausencia, que existió desde siempre pero yo nunca la quise ver, se come mi energía. Tu recuerdo, que será eterno intruso en mí, me saluda desde algún lugar; me despide sin verme partir.

Tus poemas mentirosos y sin sentido ahora se hayan perdidos entre las estrellas muertas de mi memoria, esas que tus palabras mataron porque odiaste verlas brillar.

Ya no te busco, porque no lo necesito. Porque las ganas de hacerlo se murieron. Porque todo lo que dijiste que sentías por mí ya había muerto antes de transformarse en palabras. Porque siempre fingiste. Porque me usaste sin piedad. Y como me denigraste ahora yo no soy más que la muñeca de un nadie y el juguete de todos.

Lo que necesito eres tú, y aunque haya una parte de tí que esta aquí conmigo, yo no la siento. Durante solo un día llegue a ser alguien, y lo fui por ti. Hoy soy un corazón roto. Ya no queda más vino tinto y todo duele mucho más porque TU eres el puñal; Porque lo peor del amor es cuando pasa dejando una sola huella; cuando al punto final de los finales, no le quedan dos puntos suspensivos. [..]